El enviado especial de las Naciones Unidas para Siria subrayó este lunes en el Consejo de Seguridad que la confianza en una seguridad duradera depende, ante todo, de la credibilidad de la propia transición política.
“La lealtad al Estado no puede imponerse por la fuerza”, enfatizó Geir Pedersen tras informar a los miembros del Consejo sobre la escalada de violencia que azotó el país este mes de julio, la cual “provocó bajas masivas, minó la confianza y creó más peligros de fragmentación”.
“Los sirios están conmocionados por la terrible violencia en Suweida, una violencia que no debería haber ocurrido y que también contó con una intervención extranjera inaceptable”, aseveró.
El enviado reconoció que las autoridades heredaron un “panorama devastado” por 14 años de guerra y décadas de mala gestión, con numerosos grupos armados, fuerzas irregulares y civiles armados.
“Desarmar y desmovilizar a esta variedad de actores sin provocar una mayor inestabilidad es un desafío enorme”, dijo Pedersen. “Sin embargo, la incitación sectaria y la conducta abusiva, especialmente durante las operaciones de seguridad, son simplemente injustificables”.
El alto funcionario subrayó que el Estado tiene el deber claro de actuar con “profesionalismo y disciplina”, incluso cuando está bajo ataque, además garantizar una rendición de cuentas visible, la cual es “clave” para reconstruir la confianza, mejorar la seguridad y promover la unidad.
“Los sirios deben sentir que las fuerzas del Estado existen únicamente para protegerlos”, insistió.
Vista panorámica de la reunión del Consejo de Seguridad sobre la situación en Siria. En pantalla aparece el enviado especial del Secretario General para Siria, Geir Pedersen.
Violaciones y abusos generalizados
Pedersen expresó su preocupación por los informes “fidedignos” recibidos por la Oficina de Derechos Humanos de la ONU y su oficina, que indican “violaciones y abusos generalizados”, incluyendo ejecuciones sumarias y arbitrarias, secuestros, destrucción de propiedad privada y saqueo de viviendas.
Entre los presuntos autores se encontraban miembros de las fuerzas de seguridad y personas afines a las autoridades, así como otros elementos armados de la zona, incluidos drusos y beduinos, según los informes.
El Ministerio de Defensa afirmó que las violaciones en Suweida fueron cometidas por un “grupo desconocido que vestía uniformes militares” y afirmó que no se tolerará a ningún perpetrador, incluso si está afiliado al Ministerio. La presidencia siria emitió una declaración condenando las violaciones y comprometiéndose a que haya rendición de cuentas. “Acojo con satisfacción esta declaración y seguiré de cerca su implementación”, apuntó Pedersen.
Casi 180.000 desplazados y decenas de muertos
La escalada de violencia este mes de julio en Suweida, en el sur de Siria, obligó a más de 175.000 personas a abandonar sus hogares y refugiarse en centros improvisados en Daraa, la zona rural de Damasco y en la propia capital.
Los enfrentamientos estallaron el día 13 entre los grupos beduinos y los grupos minoritarios drusos, que luego se enfrentaron con las tropas del gobierno cuando fueron enviados a la zona para tratar de recuperar el control.
Mientras se intensificaban los combates, las fuerzas israelíes atacaron por aire a las sirias y a grupos armados beduinos en Suweida y sus alrededores. Posteriormente, Israel bombardeó un edificio del Ministerio de Defensa y las inmediaciones del Palacio Presidencial en Damasco. Los embates israelíes causaron bajas entre la población civil y las fuerzas de seguridad.
El 19 de julio se declaró un alto el fuego, al cual Pedersen se refirió como una distensión “frágil” que se mantiene, “pero la situación sigue siendo tensa e inestable”.
En línea con el Secretario General de las Naciones Unidas, el enviado especial condenó “las atroces violaciones contra civiles y combatientes en Suweida”, la intervención israelí y los ataques aéreos en esa localidad y en Damasco.
Hacia la formación de una Asamblea Popular
Pedersen se refirió a la Asamblea Popular, cuya formación está prevista para septiembre, como una oportunidad para incorporar un “verdadero pluralismo” y rendición de cuentas en el sistema político transicional emergente del país.
“Es absolutamente vital que todos los principales grupos y componentes sirios estén plenamente incluidos como electores y como candidatos. La participación de las mujeres como electoras y candidatas es igualmente fundamental”, añadió.
También advirtió que garantizar que la inclusión se extienda de manera “genuina” a aquellas áreas donde aún existen disputas con las autoridades es un “desafío clave y debe ser una prioridad”.
Según el funcionario, es necesario “un diálogo genuino, un verdadero compromiso y la ayuda activa de terceros” en apoyo a un proceso de transición política inclusivo dirigido y asumido por los sirios que restaure la soberanía y la unidad del país.
“Las Naciones Unidas están listas para hacer todo lo que esté a su alcance para ayudar, trabajando con las autoridades y con todos los sirios”, enfatizó.
La directora de la División de Operaciones y Promoción de la Oficina de las Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA), Edem Wosornu, informa a los miembros del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas sobre la situación en Siria.
El acceso a Suweida sigue siendo limitado
Por su parte, la directora de Operaciones y Defensa de la Oficina para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA), Edem Wosornu, instó a todas las partes a que faciliten un acceso ampliado y sostenido de la asistencia humanitaria y del personal, incluido el personal médico.
Hasta el momento, suministros del Programa Mundial de Alimentos (PMA) y el Fondo de la ONU para la Infancia (UNICEF) han llegado a la localidad en tres convoyes de la Media Luna Roja Árabe Siria.
“La OCHA está colaborando con todas las partes para garantizar la rápida entrega de asistencia, pero el acceso sigue siendo limitado”, reportó la directora, añadiendo que siguen colaborando con sus socios y las autoridades provisionales para obtener acceso directo a Suweida “tan pronto como lo permitan las condiciones de seguridad”.
Hablando en nombre del coordinador de Socorro de Emergencia, Wosornu pidió al Consejo que garantice la protección de las personas atrapadas en zonas de violencia, incluyendo a los trabajadores humanitarios; que siga invirtiendo en la operación humanitaria del país; y que movilice recursos para la reconstrucción y el desarrollo de Siria.
Source of original article: United Nations (news.un.org). Photo credit: UN. The content of this article does not necessarily reflect the views or opinion of Global Diaspora News (www.globaldiasporanews.net).
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