Cráteres llenos de agua fangosa cubren el paisaje del distrito de Kono, en Sierra Leona, resultado de antiguas explotaciones mineras de diamantes que desencadenaron una feroz disputa local por los recursos naturales.

Pero ahora, partes del terreno se han restaurado. Los cultivos comienzan a florecer y las abejas vuelven a volar.

Los responsables de este cambio se engloban en un grupo heterogéneo: antiguos taxistas y mineros, personas que apenas terminaron la secundaria y algunas con títulos universitarios. ¿El factor unificador? La mayoría tiene la juventud de su lado.

“Hay vida más allá de la minería, [pero] todos crecimos con la mentalidad de que el diamante es la única solución”, dijo Sahr Fallah, presidente del Consejo de la Juventud de Kono.

Más del 44% de los 1300 millones de personas de entre 15 y 24 años trabajan en sistemas agroalimentarios. Sin embargo, este grupo a menudo no tiene el mismo acceso a los recursos que las generaciones anteriores. Además, se les margina de las conversaciones que podrían cambiar esta exclusión sistémica.

Muchas veces se incluye a los jóvenes en los procesos políticos, pero es solo simbólicamente. “No sienten que su voz realmente importe”, afirmó Lauren Phillips, subdirectora de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).

El trabajo decente genera crecimiento económico

El Foro Político de Alto Nivel sobre Desarrollo Sostenible que tiene lugar esta semana y la próxima en Nueva York para debatir el progreso, o la falta de él, hacia los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) evalúa, entro otros, el objetivo que busca garantizar trabajo decente para todos.

A pesar de este compromiso, más de la mitad de la fuerza laboral mundial trabaja en la informalidad, según el informe del Secretario General sobre los ODS publicado el lunes. Esto significa que carecen de la protección social o legal adecuada.

“El trabajo decente debe ser el eje central de la planificación macroeconómica, las transiciones climáticas y del diésel, y las estrategias de recuperación social”, apuntó Sangheon Lee, director de políticas de empleo de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).

Tomar en cuenta a los jóvenes

Al igual que otros grupos vulnerables, los jóvenes enfrentan desafíos únicos en el sector agroalimentario. En concreto, a menudo carecen de derechos sobre la tierra y tendrán dificultades para actuar colectivamente con el fin de proteger sus intereses.

“Si los datos no se analizan desde una perspectiva de edad o género, se pierde parte de la historia”, afirmó Phillips.

Entre estos activos se encuentran los títulos de propiedad, que las personas mayores pueden ser reacias a transmitir debido a la insuficiente protección social. Los jóvenes también tienen menos posibilidades de acceder al crédito para invertir en sí mismos y en sus familias.

Betty Seray Sam, una de las jóvenes agricultoras de Kono, comentó que su familia nunca acudía a ella cuando atravesaban una crisis; sabían que no tenía dinero y un hijo que mantener.

Pero ahora, gracias a un trabajo agrícola en Kono, puede apoyar a su familia en tiempos de crisis.

“Este proyecto ha tenido un efecto multiplicador para los jóvenes, ya que no solo ha mejorado sus medios de vida, sino también los de sus familias”, acotó Abdul Munu, presidente de Mabunduku, una organización comunitaria de agricultores de Kono.

Apicultores

Capacitar a los jóvenes en sistemas agroalimentarios es fundamental para que puedan practicar una agricultura sostenible.

En Chegutu, Zimbabue, la FAO ha ayudado a establecer Escuelas de Apicultores donde se enseña a los jóvenes a apoyar los apiarios mediante actividades prácticas de capacitación.

“La idea es que uno de los apiarios se convierta en un aula donde jóvenes de diferentes partes del distrito puedan asistir, como si fuera una escuela”, explicó Barnabas Mawire, especialista en recursos naturales de la FAO.

Esta capacitación ha ayudado a los jóvenes apicultores locales a avanzar más allá de la producción local y a pequeña escala de miel hacia un modelo de negocio integral que tiene el potencial no solo de combatir la pobreza, sino también de generar riqueza local.

Evelyn Mutuda, representante de jóvenes emprendedores en Chegutu, aspira a plantar jacarandás, lo que, según ella, mejorará la calidad de la miel de las abejas y permitirá a los apicultores exportar más allá de los mercados locales.

“Queremos maximizar todas las ganancias para poder crecer y crecer”, exclamó Mutuda.

© UNICEF/Olivier Asselin

Las redes sociales

Poder formar asociaciones laborales es uno de los factores clave del trabajo decente. Este tipo de acción colectiva es aún más importante para los jóvenes del sector agroalimentario, quienes a menudo carecen del capital social para implementar políticas reales de cambio.

“Los jóvenes están empezando, creando vínculos dentro de su grupo, pero también con personas fuera de él. Esos vínculos son importantes… porque la unión hace la fuerza”, aseguró Phillips.

También señaló que los jóvenes están formando estos vínculos a través de distancias geográficas, a menudo mediante el uso de la tecnología. Los influencers agroalimentarios en Instagram y TikTok, por ejemplo, influyen cada vez más en las conversaciones sobre el sector.

Phillips señaló que es importante pensar en la acción colectiva para los jóvenes como intergeneracional.

“Si bien el informe se centra en los jóvenes, no ignora el hecho de que los jóvenes viven en familias… Se habla mucho de la necesidad de solidaridad intergeneracional”, subrayó Phillips.

Optimismo juvenil

La próxima generación será la guardiana de los alimentos que consumimos, por lo que integrarlos ahora en ese sistema es esencial para la seguridad alimentaria y la sostenibilidad futuras.

“Muchos jóvenes integran la tradición con la innovación, generando sostenibilidad y resiliencia comunitaria”, indicó Venedio Nala Ardisa, representante juvenil del Pacto de los Pueblos Indígenas de Asia, en un evento celebrado en los márgenes del Foro.

Angeline Manhanzva, una de las apicultoras de Chegutu, comentó que la oportunidad de convertirse en apicultora le cambió la vida. Algún día, sueña con tener su propia granja apícola.

“Seré una persona mayor, con una gran fortuna, capaz de comprar su propio terreno para criar colmenas y procesar mi propia miel”, aseveró.

Source of original article: United Nations (news.un.org). Photo credit: UN. The content of this article does not necessarily reflect the views or opinion of Global Diaspora News (www.globaldiasporanews.net).

To submit your press release: (https://www.globaldiasporanews.com/pr).

To advertise on Global Diaspora News: (www.globaldiasporanews.com/ads).

Sign up to Global Diaspora News newsletter (https://www.globaldiasporanews.com/newsletter/) to start receiving updates and opportunities directly in your email inbox for free.