El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) denunció el asesinato este jueves de 15 palestinos, entre ellos nueve niños y cuatro mujeres, que esperaban en la cola para recibir suministros nutricionales para niños en la ciudad de Deir al Balah.

“Se trataba de madres que buscaban un salvavidas para sus hijos tras meses de hambre y desesperación”, declaró Catherine Russell, directora ejecutiva de UNICEF.

“Entre ellas estaba Donia, cuyo hijo de un año, Mohammed, fue asesinado. Dijo que le había dicho sus primeras palabras apenas unas horas antes. Donia yace ahora en una cama de hospital, gravemente herida por la explosión, aferrada al pequeño zapato de Mohammed. Ningún padre debería tener que enfrentarse a semejante tragedia”, dijo.

Esta asistencia estaba siendo proporcionada por el Proyecto Esperanza, una organización aliada de UNICEF. Según los informes, otras 30 personas resultaron heridas, entre ellas 19 niños.

“El asesinato de familias que intentaban acceder a una ayuda vital es inconcebible”, continuó Russell. “Las partes en conflicto no han cumplido con sus responsabilidades básicas de proteger a los civiles”.

Los niños se enfrentan a la inanición mientras crece el riesgo de hambruna. El número de niños desnutridos seguirá aumentando hasta que se reanuden a gran escala la ayuda y los servicios que salvan vidas.

Israel debe revisar sus normas de intervención

Según el derecho internacional todas las partes en conflicto tienen la obligación de proteger a los civiles, y garantizar el suministro seguro y sin trabas de la ayuda humanitaria.

Russell instó a Israel a revisar  “urgentemente” sus normas de intervención para garantizar el pleno cumplimiento del derecho internacional humanitario, “en particular la protección de los civiles, incluidos los niños, y que lleve a cabo una investigación exhaustiva e independiente de este incidente y de todas las denuncias de violaciones”.

UNICEF llamó nuevamente a un alto el fuego inmediato y duradero, la liberación de los rehenes, y a que todas las partes protejan a los civiles, incluidos los niños y los trabajadores humanitarios.

“Los alimentos, el agua y los suministros médicos y nutricionales deben llegar a los niños de forma segura y sin demora. Las muertes y el sufrimiento de niños y civiles deben terminar”, puntualizó Russell.

Un herido recibe tratamiento en el hospital Al-Ahli en la ciudad de Gaza. (Foto de archivo)

La crisis sanitaria se agudiza 

Hasta ayer miércoles, habían muerto en la última semana decenas de personas, incluido personal médico y sus familiares, pero los socios sanitarios de la ONU en Gaza siguen prestando atención de emergencia a pesar de los escasos recursos.

En toda la Franja de Gaza, mientras la población busca desesperadamente alimentos, se registran casi a diario incidentes con víctimas en masa, informó el portavoz de la ONU, Stéphane Dujarric.

Los hospitales, ya de por sí sometidos a una enorme presión, se esfuerzan por dar abasto y la falta de suministros esenciales, como combustible y medicamentos, está ejerciendo una presión aún mayor sobre unos equipos desbordados.

La guerra también ha tenido un efecto devastador en el personal sanitario. Según las autoridades sanitarias gazatíes, más de 1500 miembros del personal médico han muerto en Gaza desde octubre de 2023.

Llegan suministros médicos, pero se necesita mucho más

La Organización Mundial de la Salud (OMS) informó que el martes entraron en la Franja de Gaza once  camiones con ayuda médica, incluidos suministros quirúrgicos, dispositivos de asistencia, instrumental ortopédico y otros artículos médicos esenciales.

Estos insumos se distribuirán a diversos centros sanitarios de Gaza.

“Las necesidades sanitarias siguen siendo inmensas. Se necesitan muchos más suministros médicos. Pedimos urgentemente la entrada sin trabas de combustible, alimentos y ayuda sanitaria a gran escala en Gaza a través de todas las rutas posibles”, dijo el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, , en una publicación en las redes sociales.

Dujarric se hizo eco de ese mensaje, pidiendo la apertura de todos los cruces y corredores “para garantizar la distribución coherente, frecuente y a gran escala de la ayuda a las personas necesitadas, estén donde estén”.

Aumenta el riesgo de enfermedades

En el contexto de las dificultades de acceso, también aumenta el espectro de brotes de enfermedades mortales.

En el norte de Gaza, diez pozos de agua han dejado de funcionar por falta de combustible, y otros 25 funcionan sólo parcialmente y podrían cerrar pronto.

“La reducción de las horas de bombeo, de la producción de agua y de la recogida de residuos sólidos ofrece un terreno fértil para la propagación de enfermedades, especialmente entre las personas vulnerables, como niños, ancianos y mujeres embarazadas”, advirtió Dujarric.

Desde principios de marzo de 2025 no ha entrado en Gaza ningún artículo de higiene, señaló, añadiendo que la continua escasez de suministros de limpieza y saneamiento están afectando gravemente a la salud e impidiendo una respuesta médica eficaz.

Source of original article: United Nations (news.un.org). Photo credit: UN. The content of this article does not necessarily reflect the views or opinion of Global Diaspora News (www.globaldiasporanews.net).

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