El récord de incautación de cocaína en aguas de Haití subraya su “papel crucial” en el tráfico de drogas

Haití está sumido en una crisis de seguridad mientras las pandillas luchan por el control del territorio en la capital y más allá, al tiempo que continúan expandiendo sus actividades criminales. La inseguridad ha causado el desplazamiento de cientos de miles de haitianos, lo que se suma a las crisis humanitarias y económicas que enfrenta el país. Se teme que las pandillas estén colaborando cada vez más con redes internacionales de crimen organizado para traficar drogas.

¿Qué drogas se han incautado y dónde?

En julio de 2025, las autoridades haitianas incautaron una cantidad récord de 1045 kilogramos de cocaína cerca de la Isla de la Tortuga, en la costa norte del país caribeño, durante una operación marítima. Esta es la incautación de drogas más grande del país en más de 30 años.

Solo dos semanas después, se confiscaron 426 kg de cannabis en Petite-Anse, cerca de Cabo Haitiano, también en el norte del país. Ha habido incautaciones adicionales más lejanas: dos ciudadanos haitianos fueron arrestados en Jamaica, también en julio, con más de 1350 kg de cannabis.

¿A dónde se envían las drogas?

Se cree que la cocaína incautada en julio se originó en América del Sur y, según los investigadores, estaba destinada a distribuirse por el Caribe y Estados Unidos. También hay evidencia reciente recibida por la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC) de drogas enviadas a Europa: en agosto de 2025, las autoridades belgas incautaron 1156 kg de cocaína en el puerto de Amberes en un contenedor procedente de Haití.

¿Cómo están involucradas las pandillas en Haití?

Las pandillas más grandes se han atrincherado a lo largo de corredores estratégicos hacia y desde la capital, Puerto Príncipe, así como a lo largo de la frontera con la República Dominicana, controlando rutas clave de tránsito de drogas y otro contrabando, incluyendo armas. El control de las rutas nacionales permite a las pandillas no solo extorsionar a la población local, sino también mover drogas con impunidad, muchas destinadas a la exportación.

Algunas pandillas, según se informa, cobran peajes a los barcos y participan en robos armados en el mar, ejerciendo cierto control sobre las rutas comerciales y de tráfico. Información de Jamaica también vincula incautaciones de armas de fuego con un intercambio de armas por drogas que involucra a pandillas haitianas.

¿Por qué Haití se ha convertido en un punto de transbordo de drogas?

Gran parte de la actividad internacional de tráfico de drogas se ha centrado alrededor de la Île de la Tortue, que durante mucho tiempo ha sido un punto estratégico para operaciones criminales transnacionales, en parte debido a su considerable tamaño y lejanía. Históricamente fue explotada por piratas y, en las últimas décadas, por redes de crimen organizado involucradas en el tráfico de drogas, el contrabando de personas y otras actividades ilícitas.

Su posición geográfica, que proporciona acceso marítimo directo a las Bahamas y Jamaica, así como a las Islas Turcas y Caicos, la hace adecuada como plataforma logística y de almacenamiento para envíos ilícitos. Los traficantes han podido explotar las dificultades de Haití para construir un sistema de justicia y penal robusto que pueda lidiar con la expansión de las pandillas criminales y las actividades ilegales en las que participan.

¿Cuál es el impacto regional?

Haití se está convirtiendo rápidamente en una red multinacional de tráfico. Los traficantes involucrados en el envío de cocaína eran ciudadanos de las Bahamas y Jamaica, lo que subraya la presencia de actores regionales que colaboran con contrapartes haitianas.

Las incautaciones de drogas tanto en aguas haitianas como en Europa indican rutas de tráfico sofisticadas, coordinadas y establecidas que requieren una respuesta regional robusta por parte de las agencias de aplicación de la ley. Las nuevas rutas de drogas también se superponen con operaciones de contrabando de migrantes, en las que los ciudadanos haitianos están cada vez más involucrados.

Mientras tanto, el comercio de drogas contribuye a la inestabilidad regional, socava la gobernanza, altera las economías y alimenta la violencia. Los puertos, rutas comerciales y sectores turísticos en los países afectados enfrentan mayores desafíos de seguridad y daños a su reputación.

¿Cómo apoya la ONU el combate del tráfico de drogas?

La agencia de la ONU especializada está reforzando la seguridad fronteriza, fortaleciendo el control marítimo, avanzando en la policía basada en inteligencia y abordando la corrupción y el delito financiero que permiten operar a las redes de tráfico.

El trabajo de la agencia comienza en las fronteras, donde Haití sigue siendo altamente vulnerable a los flujos ilícitos. A petición de las autoridades haitianas, se ha lanzado una iniciativa nacional de gestión de fronteras diseñada para aumentar la capacidad de intercepción en puertos, aeropuertos y fronteras terrestres.

En el mar, el Programa Global contra la Delincuencia Marítima se centra en fortalecer la Guardia Costera de Haití, que desempeña un papel fundamental en la seguridad de las rutas marítimas muy utilizadas para el narcotráfico y la trata de personas.

En tierra, la UNODC está fortaleciendo la capacidad de las fuerzas del orden para llevar a cabo operaciones basadas en inteligencia contra grupos criminales organizados involucrados en el contrabando de migrantes, la trata de personas y actividades delictivas superpuestas.

También se ha intensificado el intercambio de información entre Haití y los socios regionales, esencial para identificar y desmantelar redes criminales transfronterizas.

Reconociendo que el tráfico de drogas se ve facilitado por la corrupción arraigada y el lavado de ganancias criminales, la UNODC está implementando iniciativas gubernamentales destinadas a fortalecer la integridad y la rendición de cuentas institucional.

También se están creando tribunales especializados capaces de manejar casos que involucren delitos financieros, lavado de dinero, delitos relacionados con pandillas y otros asuntos penales sensibles, con el objetivo de reducir la impunidad y restaurar la confianza en el sistema de justicia.