Mientras el mundo avanza en la reducción de muertes por suicidio, América se convierte en la única región donde este no deja de crecer. Un 17% más desde el año 2000. Alrededor de 100.000 vidas perdidas solo en 2021, según datos de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), que las describe como “una tragedia profunda” y que han impulsado la creación de una iniciativa por parte de esta agencia de la ONU que será lanzada el 11 de septiembre.
El doctor Jarbas Barbosa, director de la OPS, no disimula la gravedad de la situación: “Cada suicidio afecta a individuos, familias y comunidades. Esta iniciativa busca transformar el liderazgo, la gobernanza y las acciones para reducir estas pérdidas”.
Pero detrás del lenguaje técnico hay realidades crudas: América del Norte lidera la tendencia al alza, el Cono Sur registra crecimiento significativo y el Caribe muestra las tasas más altas de la región.
Según datos de la OPS, el 20 % de los países con mayor mortalidad por suicidio (más de 10,0 muertes por cada 100 000 habitantes) son:
- Guyana: 40,8 muertes por cada 100 000 habitantes.
- Surinam: 25,9.
- Uruguay: 18,8.
- Estados Unidos de América: 14,5.
- Haití: 11,2
- Canadá: 10,3
- Cuba: 10,2
Radiografía de una crisis silenciosa
Los números dibujan un mapa del dolor: el 71% de los suicidios en hombres y el 65% en mujeres ocurre en mayores de 50 años. Los varones presentan tasas más elevadas (14,7 por cada 100.000 habitantes), pero el aumento ha sido más brutal en mujeres: 23% desde 2000 frente al 14,4% en hombres. Los intentos, casi cinco veces más frecuentes en ellas en la región.
Renato Oliveira e Souza, jefe de Salud Mental de la OPS, explica los motivos: “En hombres, el suicidio se vincula a alcohol, drogas, desempleo y zonas con alta criminalidad. En mujeres, la desigualdad educativa y el desempleo son los factores clave”. Y lanza una advertencia: “Esta crisis exige acciones más allá del sistema de salud”.
Tres frentes de batalla
La iniciativa se enfoca en áreas críticas:
1. Planes nacionales adaptados: Estrategias específicas para poblaciones en riesgo
2. Acceso a salud mental: Capacitación para trabajadores sanitarios y comunidades
3. Guerra contra el estigma: Colaboración con medios para una cobertura responsable
Las intervenciones siguen el protocolo de la Organización Mundial de la Salud: restringir acceso a métodos de suicidio, promover narrativas mediáticas responsables, fomentar habilidades socioemocionales en adolescentes y garantizar identificación temprana de personas en riesgo.
Romper el silencio: el desafío cultural
El 18 de septiembre, la OPS y la Universidad de Toronto organizarán el seminario web “Construyendo una comunicación responsable para la prevención del suicidio”. El evento busca cambiar la narrativa, centrándose en el papel crucial de una cobertura mediática responsable y en la implementación de campañas de concientización que reduzcan el estigma.
La iniciativa de la OPS subraya que la solución requiere de una colaboración que va más allá del sector salud, involucrando a toda la sociedad en la elaboración de estrategias nacionales efectivas. Mientras América se convierte en la excepción global con tasas de suicidio en ascenso, el mensaje es claro: solo una respuesta multisectorial y comunitaria podrá revertir esta profunda tragedia.
Para más información visita la página sobre Prevención del Suicidio de la OPS.
Source of original article: United Nations (news.un.org). Photo credit: UN. The content of this article does not necessarily reflect the views or opinion of Global Diaspora News (www.globaldiasporanews.net).
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