Un año después de la caída de Assad: Siria debe ser libre, soberana y estar unida

El Secretario General de la ONU ha conmemorado el primer aniversario de la caída del régimen de Bashar al-Assad, calificando este momento como «un día para honrar los sacrificios [de los sirios] y renovar las aspiraciones que impulsaron el cambio histórico en el país».

En una declaración, António Guterres rindió homenaje a «la resiliencia y el coraje del pueblo sirio, que nunca dejó de alimentar la esperanza a pesar de soportar dificultades inimaginables». Describió el último año como una prueba de que «es posible un cambio significativo cuando se empodera y se apoya a los sirios para que impulsen su propia transición».

«Lo que nos espera es mucho más que una transición política; es la oportunidad de reconstruir comunidades destrozadas y sanar profundas divisiones», afirmó el titular de la ONU. «Es una oportunidad para forjar una nación en la que todos los sirios, independientemente de su origen étnico, religión, género o afiliación política, puedan vivir con seguridad, igualdad y dignidad».

Un año de frágiles avances

Desde que Assad huyó de Damasco el pasado mes de diciembre, la ONU ha colaborado estrechamente con las autoridades sirias y la sociedad civil para estabilizar el país y sentar las bases de una gobernanza inclusiva. Los esfuerzos se han centrado en restablecer los servicios esenciales, ampliar el acceso humanitario y crear vías para el retorno de los refugiados y los desplazados.

En otra señal de progreso y esperanza, la agencia de la ONU para los refugiados informa de que más de un millón de refugiados han regresado desde diciembre de 2024, junto con unos dos millones de personas dentro de Siria que han vuelto a sus comunidades de origen.

Las iniciativas de justicia transicional han comenzado a tomar forma, mientras que las mujeres sirias se han convertido en voces clave en la configuración de nuevas instituciones y en la exigencia de igualdad.

Las necesidades humanitarias siguen siendo inmensas, pero el año pasado se observaron avances en la reconstrucción de las estructuras de gobernanza local y en la ampliación de la participación ciudadana, medidas que, según la ONU, son vitales para una «Siria inclusiva y responsable».

La Comisión Independiente de Investigación de las Naciones Unidas acogió con satisfacción estas medidas, señalando que finalmente se ha concedido el acceso que durante tanto tiempo se había denegado y que se está avanzando en materia de derechos humanos. Elogió la creación de organismos nacionales sobre justicia transicional y personas desaparecidas, al tiempo que advirtió que la transición de Siria sigue siendo frágil debido a la continua inseguridad y la violencia esporádica en varias provincias.

La Comisión, creada por el Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas en agosto de 2011 para investigar todas las presuntas violaciones del derecho internacional de los derechos humanos cometidas desde marzo de 2011 en Siria, subrayó el dolor perdurable de miles de personas que siguen desaparecidas por la fuerza y advirtió de que los ciclos de represalias deben terminar para que la paz pueda arraigar.

«Superar el legado de 14 años de guerra requerirá fuerza, paciencia y apoyo», afirmó, instando a los sirios y a la comunidad internacional a trabajar juntos para que los derechos que durante tanto tiempo se han negado se hagan realidad para todos.

Llamamiento al apoyo mundial

En su mensaje, Guterres instó a la comunidad internacional a «apoyar firmemente esta transición liderada y dirigida por Siria», subrayando que el éxito depende de la financiación sostenida de los llamamientos humanitarios, la eliminación de las barreras a la reconstrucción y la promoción del desarrollo económico.

«En este aniversario, nos mantenemos unidos en nuestro propósito: sentar las bases de la paz y la prosperidad y renovar nuestro compromiso con una Siria libre, soberana, unida e inclusiva», afirmó.