El conflicto en Sudán ha entrado en una nueva y peligrosa fase de intensificación, advirtió este lunes, el subsecretario general de la ONU para Oriente Medio, Asia y el Pacífico del Departamento de Asuntos Políticos, quien describió un escenario de violencia extrema contra la población civil y pidió al Consejo de Seguridad que los responsables y facilitadores de la guerra rindan cuentas.
En una reunión del máximo órgano resolutivo de la ONU solicitada por Sudán, Khaled Khiari explicó que la situación sobre el terreno se ha deteriorado de forma significativa, en pocas semanas, especialmente en la región de Kordofán, donde las Fuerzas de Apoyo Rápido han logrado avances estratégicos, incluida la captura de una instalación petrolera clave para la exportación de crudo de Sudán del Sur. Al mismo tiempo, ciudades como Kadugli y Dilling enfrentan condiciones de asedio cada vez más severas.
Riesgo de escalada regional
Khiari alertó del riesgo de una escalada regional, tras confirmarse movimientos de fuerzas armadas entre Sudán y Sudán del Sur. Estos desplazamientos, reflejan la creciente complejidad del conflicto y podrían arrastrar a los países vecinos si no se toman medidas urgentes, dijo.
Asimismo, destacó el uso creciente de ataques con drones por ambas partes, de forma indiscriminada. Citó los ataques aéreos del 4 de diciembre en Kalogi, que alcanzaron un jardín de niños y un hospital, provocando la muerte de más de 100 personas, entre ellas 63 menores. Días después, un ataque contra una base logística de la ONU en Kadugli mató a seis cascos azules de Bangladesh y dejó nueve heridos, lo que obligó a evacuar de la zona al personal de la misión de la ONU.
El subsecretario general recordó que los ataques contra personal de Naciones Unidas pueden constituir crímenes de guerra y subrayó que la ONU reúne pruebas para identificar a los responsables.
Khiari denunció la detención arbitraria de civiles acusados de “colaboración” con el bando contrario y la continua entrada de armas cada vez más sofisticadas al país.
La falta de rendición de cuentas alimenta el conflicto
En este contexto, Khiari subrayó que la falta de rendición de cuentas ha alimentado el conflicto.
A medida que la guerra se acerca al trágico umbral de los mil días, hizo un llamado urgente: “Instamos al Consejo a que utilice todos los instrumentos a su disposición para exigir la paz, proteger a los civiles y garantizar que se rindan cuentas por las violaciones del derecho internacional”.
Sin responsabilidad, concluyó, no habrá paz duradera para Sudán ni estabilidad para la región, concluyó.
La brutalidad no tiene límites
También presente en la sesión del Consejo, la directora de la División de Respuesta a las Crisis de la Oficina de Asuntos Humanitarios (OCHA) afirmó que “la brutalidad del conflicto parece no tener límites”.
Al igual que Khiari, Edem Wosornu aludió a la muerte de unos mil civiles debido a los ataques con drones en Kordofán del Sur entre el 4 y el 16 de diciembre, y agregó que en Kordofán del Norte la situación es “igualmente alarmante”, con ataques en El Obeid y sus alrededores, y denuncias de que se impide la salida de civiles.
Violaciones graves del derecho internacional
“Persisten niveles alarmantes de necesidades humanitarias en todo Darfur”, continuó, dando cuenta de violaciones graves, incluidas matanzas y violencia sexual, tras la toma de El Fasher por parte de las Fuerzas de Apoyo Rápido.
Un informe reciente documentó asesinatos deliberados y agresiones sexuales masivas durante un ataque contra el campamento de desplazados de Zamzam. A esto se suman nuevos bombardeos con drones en localidades como Katila y Kutum, así como la detención de decenas de trabajadores de la salud en Nyala.
Wosornu urgió al Consejo a enviar el mensaje inequívoco de que no se tolerarán los ataques contra civiles y otras violaciones flagrantes del derecho internacional humanitario.
Ejes de acción
“No nos sentimos seguros”, apuntó, recalcando que los trabajadores humanitarios necesitan garantías más claras para poder operar con seguridad. Se necesitan nuevos esfuerzos para detener los combates y el flujo de armas, añadió.
En representación de OCHA, Wosornu planteó tres ejes de acción para aliviar el sufrimiento de los sudaneses: protección de los civiles, acceso humanitario y avances hacia una paz duradera.
Source of original article: United Nations (news.un.org). Photo credit: UN. The content of this article does not necessarily reflect the views or opinion of Global Diaspora News (www.globaldiasporanews.net).
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