Proteger a los niños en escenarios de guerra es una obligación jurídica

La representante especial para los Niños y los Conflictos Armados, Vanessa Frazier, llamó este martes a los líderes mundiales a que escuchar a los niños afectados por la guerra y a tomar medidas concretas para proteger sus derechos, en un contexto marcado por niveles alarmantes de violencia contra la infancia.

El llamado se produce tras un 2025 en el que, según datos de la ONU, niños y niñas sufrieron “niveles espantosos” de violaciones graves en países como la República Democrática del Congo, Gaza, Haití, Myanmar, Nigeria, Somalia, Sudán y Ucrania, entre otros. 

Los abusos no pueden normalizarse

Frazier señaló que los abusos de este año se hilan a los de 2024, el peor año registrado para los niños afectados por conflictos armados desde que se inició el monitoreo de esas violaciones, hace casi tres décadas.

En su declaración, Frazier subrayó que los atropellos no pueden normalizarse y pidió actuar con determinación de cara a 2026. 

“No podemos cambiar 2025, pero podemos actuar y ser firmes para cambiar la situación de los niños afectados por los conflictos armados en 2026”, afirmó.

La representante especial instó a los líderes a atender las voces de los niños que viven la guerra, cuyas historias deben ayudar a moldear el futuro que ellos desean. 

Crímenes de guerra

Frazier recordó que la protección de la niñez en contextos de guerra no es solo una opción moral o política, sino una obligación jurídica. Señaló que las violaciones a los derechos de los niños en conflictos armados pueden constituir crímenes de guerra y pidió a las partes en conflicto respetar el derecho internacional humanitario y de los derechos humanos, detener las violaciones, liberar a los niños y llevar a los responsables ante la justicia.

La funcionaria también llamó a mantener e incluso reforzar el financiamiento destinado a la protección infantil, el monitoreo, la respuesta humanitaria, la justicia y la recuperación a largo plazo, así como a invertir en la construcción de paz y la prevención de conflictos.

En el marco del próximo 30º aniversario del mandato de Niños y Conflictos Armados, Frazier cerró su declaración con las palabras de un niño afectado por la guerra: “Un niño protegido es un futuro seguro”. 

Finalmente, reiteró su exhortación a adoptar medidas firmes para construir un futuro en el que todos los niños tengan una oportunidad real de vivir en paz, aprender y prosperar.