La población civil de Ucrania enfrenta ataques casi diarios, un deterioro acelerado de sus condiciones de vida y nuevas oleadas de desplazamiento, revela un informe publicado este martes por la Oficina de Derechos Humanos de la ONU, que da cuenta de un panorama grave de la situación en ese país tras casi cuatro años de guerra.

“Nuestros hallazgos muestran varias tendencias alarmantes: el aumento de víctimas civiles tanto en la línea del frente como en áreas urbanas, ataques sostenidos contra infraestructura energética y patrones continuados de tortura y malos tratos contra prisioneros de guerra y civiles detenidos”, dijo Danielle Bell, quien lidera la Misión de Monitoreo de Derechos Humanos en Ucrania.

Entre junio y noviembre de 2025, las víctimas civiles se incrementaron, convirtiendo a julio en el mes más letal desde abril de 2022. El 19 de noviembre, un ataque masivo combinado de drones y misiles dejó al menos 36 muertos en Ternopil, el golpe más letal en el oeste del país desde el inicio de la guerra.

Destrucción de infraestructura

Las regiones cercanas al frente de batalla han sufrido un deterioro drástico en sus condiciones de vida. Drones de corto alcance, bombas aéreas y otros explosivos destruyeron viviendas y servicios esenciales, dejando algunos pueblos prácticamente inhabitables. En varias localidades, hospitales y clínicas quedaron destruidos o cerraron, dejando a la población sin acceso a atención médica básica.

La situación energética también se ha agravado: entre octubre y noviembre, Rusia lanzó ocho oleadas coordinadas de ataques con misiles y drones contra el sistema energético ucraniano. Los golpes provocaron apagones de emergencia y cortes de electricidad programados de hasta 18 horas diarias en varias regiones. Algunas comunidades quedaron sin agua ni calefacción durante horas o días completos.

Tortura a prisioneros de guerra

El informe denuncia que, a pesar de los intercambios masivos de prisioneros de guerra efectuados entre mayo y agosto, los mayores desde 2022, no se observaron mejoras en las condiciones de detención.

Bell detalló que de los 187 prisioneros ucranianos recientemente liberados por Rusia, 185 denunciaron torturas, incluidos golpizas severas, descargas eléctricas, asfixia y, en muchos casos, violencia sexual. También relataron condiciones de reclusión extremadamente duras y agresiones ocurridas desde el momento de la captura y durante todo el periodo de internamiento.

La Misión entrevistó asimismo a 137 prisioneros rusos en custodia ucraniana, incluidos diez ciudadanos de terceros países. Más de la mitad describió episodios de tortura o malos tratos durante el interrogatorio o el traslado previo a los centros oficiales de internamiento. Según los integrantes de la Misión las instalaciones de detención ucranianas se alinean en general con los estándares internacionales.

El informe documenta un aumento de ejecuciones extrajudiciales de prisioneros. Cuatro incidentes, que resultaron en la muerte de diez militares ucranianos tras ser capturados por fuerzas rusas, fueron considerados creíbles. También se registraron cuatro ejecuciones de prisioneros rusos a manos de fuerzas ucranianas y se investigan tres casos adicionales.

Restricciones a las libertades fundamentales

En los territorios bajo ocupación rusa, las autoridades impusieron nuevas restricciones que violan el derecho internacional humanitario. Se intensificaron los controles sobre la libertad de movimiento, expresión, religión y acceso a información independiente.

Además, aumentó la presión para que los civiles adopten la ciudadanía rusa como condición para llevar una vida cotidiana mínimamente funcional. El informe cita también arrestos arbitrarios, confesiones forzadas y la aplicación retroactiva de leyes penales.

Por otra parte, continúa la expropiación de viviendas que se consideran abandonadas y las personas desplazadas reportan obstáculos para defender sus derechos en los tribunales.

La Misión indicó que el acceso al agua empeoró en partes de Donetsk ocupado, donde la escasez y el deterioro de la infraestructura obligaron a racionamientos severos. Algunas viviendas reciben agua solo cada varios días y muchas deben comprar agua potable a precios elevados.

Recomendaciones

El informe apunta que las autoridades ucranianas y las organizaciones humanitarias trabajan para asistir a la población mediante evacuaciones, centros de tránsito y apoyo médico, psicológico y legal, aun bajo condiciones cada vez más peligrosas que incluyen ataques directos contra trabajadores humanitarios y un convoy de la ONU.

Para concluir, la Misión emitió algunas recomendaciones a Rusia, Ucrania y la comunidad internacional que buscan reducir el sufrimiento de la población civil y poner fin a las violaciones de derechos humanos que siguen marcando el conflicto.

Entre las recomendaciones destaca la de tomar todas las precauciones posibles “para evitar o al menos minimizar los daños a los civiles, incluso mediante la selección cuidadosa de los medios y métodos de guerra y la verificación de los objetivos, y abstenerse de utilizar armas explosivas con efectos en áreas extensas, incluidas las municiones en racimo, en zonas pobladas”.

Source of original article: United Nations (news.un.org). Photo credit: UN. The content of this article does not necessarily reflect the views or opinion of Global Diaspora News (www.globaldiasporanews.net).

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