Las cuotas impagadas a la ONU suman casi 1600 millones de dólares, los cortes presupuestarios aumentan

Los retrasos crónicos en los pagos de los Estados a la ONU obstaculizan el funcionamiento del organismo mundial, incluso mientras se implementan recortes radicales a través de la comisión principal de presupuesto de la Asamblea General, informó este lunes el Secretario General de la Organización, detallando que las cuotas impagadas ascienden a cerca de 1600 millones de dólares.

António Guterres declaró ante la Quinta Comisión que la ONU se enfrenta a su situación de caja más débil en años, a pesar de las fuertes reducciones ya previstas en los planes presupuestarios del próximo año.

“La liquidez sigue siendo frágil, y este problema persistirá independientemente del presupuesto final aprobado”, dijo, y lamentó el “inaceptable volumen de atrasos” adeudados por los Estados miembros.

La ONU cerró el 2024 con 760 millones de dólares en cuotas impagas, la mayor parte aún pendiente, y aún no ha recibido 877 millones de dólares en contribuciones adeudadas para 2025, lo que eleva el total de atrasos a unos 1586 millones de dólares.

A menos de cinco semanas del fin año, solo 145 de los 193 Estados Miembros de la ONU habían pagado íntegramente sus cuotas de 2025.

Contribuyentes clave como Estados Unidos y Rusia aún no han pagado lo que adeudan, aunque China pagó la totalidad de su cuota el 29 de octubre.

“He instado reiteradamente a los Estados Miembros a que paguen sus cuotas íntegramente y a tiempo”, apuntó el Secretario General, advirtiendo que la falta de efectivo está obligando a la Organización a operar muy por debajo de los niveles presupuestarios aprobados.

Profundos recortes de gastos ya previstos

Esta advertencia se produce mientras las delegaciones consideran las proyecciones revisadas para el presupuesto ordinario de la ONU para 2026, que ya reflejan profundos recortes estructurales en el marco de la iniciativa ONU80, que busca modernizar las operaciones y reducir los costos.

Según la propuesta revisada, el presupuesto ordinario de la ONU para 2026 ascendería a 3238 millones de dólares, lo que supone una reducción de 577 millones de dólares, un 15,1%, en comparación con 2025. Se eliminarían unos 2681 puestos, lo que supone una reducción del 18,8% con respecto a los niveles actuales.

Las misiones políticas especiales también se enfrentarían a recortes superiores al 21% en comparación con los niveles de 2025, debido principalmente al cierre de misiones y a la menor dotación de personal.

Funciones consolidadas, puestos de trabajo reubicados

Como parte de la iniciativa de ahorro, la ONU planea consolidar el procesamiento de nóminas en un único equipo global en tres lugares de destino y crear centros administrativos compartidos, comenzando por Nueva York y Bangkok.

La Secretaría también está evaluando las funciones que pueden trasladarse a ubicaciones con menor costo. Desde 2017, las rescisiones de contratos de arrendamiento en Nueva York ya han supuesto un ahorro de 126 millones de dólares, con un ahorro previsto de 24,5 millones de dólares adicionales al año debido a cierres adicionales para 2028.

El plan incluye gastos únicos de separación y reubicación de 5,4 millones de dólares, ya que los programas de salida voluntaria se utilizan para limitar las pérdidas involuntarias de empleos.

Opinión de las delegaciones

Las previsiones revisadas han sido revisadas por la Comisión Consultiva de Asuntos Administrativos y de Presupuesto y se encuentran ahora ante la Quinta Comisión para su negociación antes de la aprobación del presupuesto de fin de año.

La presidenta de Comisión Consultiva, Juliana Gaspar Ruas, afirmó que el organismo acogió con satisfacción el impulso de la reforma, advirtiendo que los cálculos revisados se prepararon con plazos ajustados, lo que limita la capacidad de esa comisión para evaluar plenamente la base de algunos recortes propuestos.

Si bien apoyó los esfuerzos de consolidación y eficiencia, la Comisión Consultiva también señaló las metodologías desiguales entre los departamentos y solicitó criterios más claros para las reubicaciones de personal.

Los Estados Miembros elogiaron los esfuerzos del Secretario General al presentar las estimaciones revisadas, reconocieron los continuos problemas de liquidez de la Organización y expresaron su apoyo a una ONU más fuerte y ágil.

Sin embargo, varias delegaciones hicieron eco de la preocupación por el plazo ajustado, advirtiendo que la llegada tardía de documentos clave está limitando un escrutinio exhaustivo.

Algunos diplomáticos advirtieron que los recortes propuestos afectan con mayor intensidad al personal subalterno y de servicios generales que a los puestos superiores, lo que amenaza tanto el equilibrio geográfico como la renovación de la plantilla.

Otros advirtieron que las reducciones de personal propuestas parecen desiguales entre los tres pilares de la ONU, con recortes proporcionalmente más profundos en los programas relacionados con el desarrollo.

Guterres se mostró preocupado por esta inquietud, e insistió en que, en términos generales, el pilar de desarrollo se enfrenta a la menor reducción proporcional, con los programas relacionados con África mayormente protegidos, y los mayores recortes recayendo en las funciones de apoyo y administrativas, en lugar de en la ejecución de primera línea.

“Nuestro compromiso con el desarrollo es fundamental, al igual que nuestro compromiso con el continente africano”, afirmó.

La aprobación final requerirá el respaldo de la Asamblea General en pleno a finales de este mes.

La crisis de liquidez ya afecta a las operaciones

A pesar de las reducciones previstas, el Secretario General sostuvo que la ONU ya se ha visto obligada a gastar menos de lo previsto en 2025 porque simplemente no hay efectivo disponible.

“Las vacantes no responden a una prioridad estratégica, sino al hecho de que se han ido personas y no tenemos dinero para pagar a los sustitutos”, explicó.

Para proteger la liquidez, la ONU ha propuesto suspender temporalmente la devolución de créditos presupuestarios a los países, lo que en esencia significa retrasar los reembolsos hasta que se estabilicen los niveles de efectivo.

“Es difícil devolver el dinero porque no lo recibimos”, apuntó Guterres.

Finalmente, advirtió que, a menos que mejoren los pagos, la presión financiera seguirá socavando las operaciones, independientemente de cuán ajustado sea el presupuesto aprobado.