La ONU pide contención tras las protestas violentas en Kenya

La ONU vigila la situación en Kenya tras las mortíferas protestas antigubernamentales del miércoles. Según informes preliminares, al menos 400 personas resultaron heridas, entre ellas agentes de policía. El número oficial de muertos no se ha confirmado, y las estimaciones oscilan entre ocho y 16.

Las manifestaciones marcaron el aniversario de las protestas contra los impuestos del año pasado, en las que habrían muerto 60 personas y decenas fueron secuestradas por la policía.

Este año, la ira se intensificó tras la muerte del bloguero Albert Ojwan, de 31 años, quien falleció bajo custodia policial a principios de mes.

Al parecer, los manifestantes atacaron oficinas gubernamentales y policiales, corearon cánticos a favor de la ocupación de la residencia presidencial y atacaron, saquearon e incendiaron tiendas y comercios en Nairobi.

En una rueda de prensa, el ministro del Interior kenyano, Kipchumba Murkomen, acusó a los manifestantes de intentar decretar inconstitucionalmente un “cambio de régimen”. También dijo que habían atacado nueve comisarías, destruido decenas de vehículos y robado cinco armas.

Solo en casos excepcionales se debe utilizar la fuerza

Este jueves, cuando aún salía humo de los edificios incendiados en Nairobi, la Oficina de Derechos Humanos de la ONU hizo pública una declaración en la que expresó su preocupación.

Alarmada por los informes de que los manifestantes habían resultado heridos o muertos por disparos de armas de fuego, la Oficina subrayó que, según las leyes internacionales de derechos humanos, las fuerzas del orden solo deben utilizar la fuerza letal cuando sea estrictamente necesario para proteger la vida o evitar lesiones graves ante una amenaza inminente.

Investigación rápida, exhaustiva e independiente que evite más incidentes

La Oficina acogió con satisfacción el anuncio de que la Autoridad Independiente de Supervisión Policial de Kenia investigará los incidentes, y subrayó la necesidad de “investigaciones rápidas, exhaustivas, independientes y transparentes para llevar a los responsables ante la justicia” y evitar que se repitan.

Asimismo, hizo un llamamiento a la calma y la contención.

El portavoz de la ONU, Stéphane Dujarric, se sumó a estas preocupaciones en la rueda de prensa diaria en Nueva York: “Obviamente estamos preocupados por la violencia que hemos visto en Kenya. Estamos siguiendo de cerca la situación. Nos entristece mucho la pérdida de vidas”.

También reiteró su preocupación por los heridos con armas de fuego y acogió con satisfacción los planes para realizar investigaciones de supervisión.