Ban Ki-moon recomienda un mandato único de siete años para el puesto de Secretario General

El ex Secretario General de la ONU, Ban Ki-moon, dijo este lunes que el liderazgo de las Naciones Unidas debe reafirmar con mayor determinación su papel político activo en la diplomacia de la paz, en la mediación y en la resolución de las crisis.

En su participación en un debate abierto del Consejo de Seguridad sobre liderazgo para la paz, Ban alertó de que la ONU atraviesa una de sus crisis más profundas y llamó a reforzar el liderazgo político del organismo, con especial énfasis en el papel que deberá asumir el próximo Secretario General.

“El mundo de hoy está marcado por la confrontación más que por la cooperación”, advirtió, al tiempo que expresó su solidaridad con el actual titular de la ONU, António Guterres, frente a un contexto que definió como “profundamente decepcionante”.

Ban contrastó los avances logrados durante su mandato, como la entrada en vigor del Acuerdo de París, con el deterioro actual del orden internacional, asegurando que los conflictos armados, las crisis humanitarias, la guerra en Ucrania, la guerra en Gaza y el debilitamiento del multilateralismo plantean un escenario aún más grave que el de hace casi una década.

Dos mandatos restan independencia al Secretario General

El exdirigente dedicó gran parte de sus discurso a la inminente selección del próximo  Secretario o Secretaria General de la ONU, quien, en su opinión, debería ejercer un único mandato de siete años.

“Dos mandatos de cinco años hacen que el Secretario General dependa demasiado de los miembros permanentes del Consejo de Seguridad para su reelección”, explicó, recordando que la Asamblea General tiene la facultad de determinar las condiciones de este nombramiento.

De igual manera, quienquiera que sea elegido para el próximo Secretario General, necesitará un compromiso renovado de todos los Estados Miembros para apoyarlo y permitirle desempeñar su papel único en la resolución de conflictos, apuntó.

Ban también consideró que, además de su autoridad moral, el Secretario General debe tener un poder real para mediar entre dos partes en conflicto e intervenir más activamente en casos de violaciones graves del derecho internacional y la Carta de la ONU, citando en particular los casos de crímenes atroces.

El Consejo de Seguridad paraliza a la ONU

Por otra parte, criticó el funcionamiento del Consejo de Seguridad, al que identificó como la principal causa de la parálisis de la ONU.

En este sentido, denunció el uso del veto por parte de algunos miembros permanentes para evadir responsabilidades y proteger aliados, y advirtió que sin reformas concretas “los civiles seguirán desprotegidos y la impunidad continuará reinando”.

Finalmente, llamó a retomar el espíritu que permitió la ampliación del Consejo en 1965 y urgió a presentar un modelo consolidado de reforma. “El camino del ‘cada uno por su cuenta’ conduce a la destrucción mutua”, concluyó, apelando a un liderazgo renovado para preservar la paz y el futuro común de la humanidad.